un árbol
un perfume
las flores
rosas
y ausente de hojas
aun no
florecen
no del todo
pero nadie
duda que lo sean
oscuro
oriental
allí
apacible
sabe a días
por la
mañana
después del
rocío
a un otoño
y su poda
a
primaveras
a nostalgia
apacible
a un vacío
sin peso
y aún
conserva un poco
el matiz
naranja
de un
amanecer nublado
es un árbol
sin follaje
de rama
fina
delgada madera
tupido de
pequeñas flores
y que fino
aire
se pasea
silba silencioso
y acaricia
sin mecer
con
piruetas rosas
que le siguen
y fresco
y dulce
gentil con él
lo contempla
soberbio
de tronco
rugoso
y negro
tan firme
surge sin
más
del prado
erguido
unido al
mundo
enlazado
nace así
de tajo
tan grueso
al inicio
tan fino en
sus puntas
pequeñas varas
floreadas
donde
termina
finito
renace
infinito
y se une al
todo
la nada
donde no
importan más
las
hojas